Tenemos a nuestro alcance el dominio del mundo. Nuestros antiguos enemigos, los sartán, asistirán impotentes a nuestro auge.
En esta ocasión, de nuevo con mucha prisa, vamos a hablar un poco del segundo de los libros de la saga El ciclo de la puerta de la muerte: La estrella de los elfos.
Recordemos un poco el anterior, para ponernos en contexto. Desde su origen, el hombre ha hecho todo lo posible por sobrevivir y evolucionar. Ese instinto de supervivencia, justificado en mayor o menor medida, ha ido vinculándose con una creciente ansia de poder. Esa violenta condición del ser humano fue la que le llevó al holocausto, junto a otros seres: los elfos y los enanos. Una nueva raza superior, los sartán (literalmente, “los que traerán la luz”), dividió el Mundo en cuatro fragmentos: el mundo del aire, el mundo del fuego, el mundo de piedra y el mundo del agua. Originalmente, su propósito era que los seres de los cuatro mundos colaboraran entre sí y, una vez restablecido el orden, volver a empezar. Pero algo salió mal.
En primer lugar, surgió una nueva raza: los patryn (“los que volverán a la oscuridad”), quienes poseían similares poderes a los sartán pero estaban consumidos por la ira. Para evitar que los patryn alteraran sus planes, los sartán optaron por encerrarlos en un Laberinto que les purificaría. A su salida de él, encontrarían la paz en el Nexo. Pero de nuevo, algo salió mal.Años más tarde, el joven patryn Haplo logró salir del Laberinto. Al cruzar la última puerta, descubrió que otros lo habían conseguido. El primero de ellos, Xar (autoproclamado Señor del Nexo) ofreció a Haplo ayuda para adaptarse al Nexo y él, en agradecimiento por el trato recibido, pronto se ganó su confianza. Así, Xar, que continuó viajando al Laberinto para rescatar a más patryn, encomendó a Haplo viajar a los cuatro mundos para sembrar el caos y romper los planes de los sartán. El fin último de esta tarea es alzarse como los nuevos conquistadores de los cuatro planetas y emerger como los dueños de toda forma viviente.
El segundo viaje de Haplo lo llevaría hasta Pryan, el mundo de fuego (juego de palabras con la voz griega piros, fuego). Un reino de dimensiones gigantescas en cuyo centro hay un sol que alimenta la vegetación y las formas de vida. Allí conoce a un misterioso mago, Zifnab, que es una enciclopedia andante sobre humanos, elfos, enanos, sartán o patryn... cuando se olvida de que, en realidad, quiere hacer ver a todos que sólo es un viejo chiflado. Allí no tiene Haplo necesidad de provocar el caos, pues se provoca por sí mismo a través de titanes, seres infinitamente poderosos, aunque de inteligencia casi inexistente. Fueron creados por los sartán, que también desaparecieron misteriosamente en aquel mundo. Y lo más sorprendente, buscan unas ciudadelas en las que hay un mecanismo similar a la Tumpa-Chumpa...
Ficha técnica:
Título: La estrella de los elfos
Original: Elven Star
Autores: Margaret Weis y Tracy Hickman
Colección: El ciclo de la Puerta de la Muerte (the Death Gate cycle)
Compañía: Timun Mas
Fecha de lanzamiento: Noviembre de 1990
Clasificación: Probablemente, no recomendado para menores de 13 años
Te gustará si: Eres amante de los mundos de fantasía, de la división de la Tierra en fragmentos, o de la posibilidad de que diferentes razas, no necesariamente humanas, pueblen el planeta (en este caso, los planetas). También te gustará si te gustan los juegos de rol, o simplemente la literatura fantástica o la literatura épica.
Si quieres más información:
(en español)
(en inglés)
(sobre el juego de la serie)
Lo conocí gracias a: Kefka-kun, creador del juego The observer. Empecé leyendo la saga en la biblioteca y este fue el primero que compré, cuando iba leyendo casi el final.
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